No queremos ser como los demás

La palabra más extraña que me han dicho en tono despectivo es que soy “rara”. Y yo me pregunto ¿eso es un defecto? Continuamente criticamos que la gente no tenga personalidad u originalidad, incluso está penado por Ley la falsificación y la copia, y sin embargo, en cuanto alguien es un poco distinto, lo tachamos de “rarito”.

Pero, ¿qué es ser raro? Si probáis a buscar sinónimos de esta palabra a la que, frecuentemente, le asociamos un significado despectivo, lo que encontramos es: escaso en su especie, diferente, ÚNICO. 

Y es esto lo que convierte al planeta en un lugar extraordinario. Si todos fuésemos iguales el mundo sería monocolor, opinaríamos igual, actuaríamos igual… seríamos clones unos de otros, y creo que son nuestras pequeñas rarezas las que nos hacen ser quiénes somos y permiten distinguirnos.

Que sería de Coco Chanel si se hubiese dejado guiar por los estereotipos de su época, si Gandhi no hubiese defendido sus ideales, Obama se hubiese echado para atrás por ser de color, o qué sería de nosotros sin Sheldon Cooper y sus extravagancias. 

El problema es que nuestra sociedad está llena de prejuicios. Siempre estamos opinando de todo y sobre todos, y nos creemos que siempre llevamos la razón y son los demás los que se equivocan. 

Por eso, como reza la canción de Pereza, hoy os propongo decir “no queremos ser como los demás”.

"Para ser irremplazable, uno siempre debe ser diferente". Coco Chanel