Muchas veces equiparamos un buen regalo con un precio elevado, pensamos que si no nos gastamos un determinado dinero, el obsequio no tendrá valor para esa persona y no queremos que eso suceda, sobre todo cuando se trata de una persona cercana y a la que le queremos demostrar todo lo que la apreciamos.
Se acercan fechas señaladas en las que el consumismo se dispara sobremanera y nos volvemos más materialistas, encontrar el regalo adecuado se vuelve una obsesión y estamos dispuestos a gastar cantidades que normalmente ni se nos pasaría por la cabeza.
Por eso hoy os traigo pequeños detalles que podemos tener con esas personas especiales que tenemos en nuestra vida, que se ajustan a todo presupuesto y lo más importante, al ser regalos elaborados por nosotros mismos tienen un mayor valor puesto que has tenido que invertir tu tiempo en preparar la sorpresa y qué mejor regalo que ese, saber que esa persona ha dedicado parte de sus días elaborando con esmero un regalo especialmente para ti.
La primera propuesta es para los que seáis manitas con esto de las manualidades, ya que lo tenéis más fácil que el resto (pero todo es ponerse). Si esa persona es fan de una determinada película o serie podéis encontrar en Internet millones de ideas para realizar algún objeto que tenga que ver con ella, y por qué no, echarle imaginación, con lo que conseguiréis un regalo único que no podréis encontrar en el típico “merchandising” que circula por la red.
Ya sabéis que soy fan de Harry Potter así que os dejo una imagen de lo que mi padre me ha regalado en algunas ocasiones hecho por él mismo:
Si como yo no tenéis demasiada habilidad para estas cosas, os propongo dos regalos basados en golosinas y chocolate, ¿a quién no les gustan?
La primera es la típica tarta de gominolas que podemos encontrar en muchas tiendas pero que se suelen disparar de precio y es tan sencillo como lo siguiente. Solo necesitáis:
-gominolas
-corcho
-papel de aluminio
-palillos
Podéis hacer la forma de la tarta que queráis con el corcho, yo en este caso opté por un corazón. Se forra de papel de aluminio y solo queda clavar las gominolas con la disposición que más nos guste ayudándonos de los palillos (en este caso utilicé unos de plástico de Mercadona).
Una vez que hemos rellenado todo el corcho, podemos envolverlo en papel de regalo transparente y terminar de adornarlo como queramos, yo opté por ponerle una cinta roja y una gran piruleta en forma de corazón en el centro.
Otra opción es comprar una caja de bombones, sacarla con cuidado del envoltorio transparente sin romperlo, pegar en la parte de dentro de la caja una foto o collage y volver a introducir la caja en el envoltorio pegándolo con cuidado. De esa forma, cuando la persona reciba el regalo pensará que es una caja de bombones normal y se llevará una sorpresa al abrirla.
Es cuestión de intentar ser un poco creativos. Y vosotros, ¿soléis hacer este tipo de regalos? Os invito a que compartáis vuestras ideas.