jueves, 22 de agosto de 2013

¿Las tendencias nos marcan?

Hace poco leí que la modelo y actriz británica Cara Delevingne había vuelto a poner de moda las cejas espesas. Y no es que lo tenga mucho en cuenta, yo seguiré llevando mis cejas como las llevo que es como me encuentro más cómoda, pero una noticia como ésta hace que me plantee hasta qué punto las tendencias nos influyen.

Cuando cantantes, modelos, actrices e incluso bloggers deciden llevar puesto alguna prenda distinta a las que estamos acostumbrados y las tiendas se fijan en ello estamos perdidos. Vamos a hacer una prueba, basta con echar un vistazo a los lookbook de nuestras tiendas low-cost habituales para comprobar que la camisa de cuadros en sus distintas vertientes será un hit de la temporada, ¿seremos capaces de no caer en la tentación?

Sobre todo teniendo en cuenta que al acudir a las tiendas sólo veremos este tipo de estampado, porque ¿no os ha pasado que cuando decidís buscar un determinado tipo de prenda que “no esté de moda” comprobáis que las tiendas están plagadas de la última tendencia y difícilmente podéis encontrar otro tipo de vestimenta? 

Ahora bien, intenta tú, chica desconocida, vestir de alguna forma poco habitual. La consecuencia es un aluvión de miradas indiscretas como mínimo, sobre todo si eres de un pueblo pequeño.
Por lo que, al final, acabas comprándote esa camisa, falda, zapatos o complemento que es visto hasta la saciedad y piensas “todo el mundo se ha comprado mi camisa”, no bonita no, tu camisa no, la camisa que puso de moda una “celebrity”.

Menos mal que esa sensación te durará lo justo, ya que pronto las tiendas comenzarán a publicitar la campaña de nueva temporada y aquello que te compraste hace unas semanas se ha quedado anticuado y “ya no se lleva”. Y pobres de nosotros que volveremos a caer en el nuevo diseño. O no tan nuevo, porque si una cosa tiene de buena la moda es que es cíclica, y tarde o temprano se volverá a llevar aquello que te compraste hace varias temporadas. Aunque ya se encargarán las marcas de darle un aire distinto para que parezca novedoso.

Así que ya sabéis, id desempolvando vuestras camisas “de leñador” porque se vuelven a llevar, aunque lleven varios años en vuestros armarios.

4 comentarios:

  1. Elena estás imparable. No uno, sino dos blog. Te veo entusiasmada y eso me gusta mucho. Pues adelante con este nuevo blog.
    Por cierto, y hablando sobre las tendencias, no me imagino yo con una camisa de cuadros y las cejas anchas, porque sinceramente y entre tú y yo, no es que pareciera un leñador rudo, sino más bien un camionero con malas pulgas.
    No siempre lo que está de moda le sienta bien a todo el mundo. Yo creo que hay que ir a la moda, pero hasta cierto punto.
    Un besote.

    Adiex.

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  2. Muchas gracias por tu comentario, así me gusta que comentéis jaja. Por eso he decidido hacer esta crítica, porque muchas veces nos obcecamos con lo que se lleva y lo que no y seguimos la corriente que marcan determinadas empresas o personas con la consecuencia que tu apuntas y hay que recordar que a cada persona le favorece una determinada forma de vestir o se siente más cómoda con una determinada prenda, independientemente de lo que esté de moda. Si a ello añadimos que vivimos en una sociedad en la que la hipocresía y los prejuicios están la orden del día no nos queda más que añadir. Un beso y nuevamente gracias por tu comentario.

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  3. Oye, bloggera, pues yo tengo camisa de leñador, hasta de tirantas, y este año, me las voy a poner

    en fin de año, con un bolsito de los nietos/nietas , del rey...

    Además llevo las hojas secas de la leña, ad hoc, jjj

    Besitos de un esquimall

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  4. Gracias por tu comentario Jesus! Si la moda es como todo, cuestión de gustos... Lo del bolso con las fotos de los nietos del rey ya es un poco más discutible jaja yo no creo que eso se ponga de moda por mucho que lo luzca la alta alcurnia. Un beso

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